Es para mí un gusto comenzar este diálogo en “Estudios de la Economía”.
A propósito del programa Startup Chile, donde el gobierno Chileno ha lanzado la iniciativa de atraer emprendedores “Worldclass”, definidos como aquellos que posean planes de negocio innovadores y con alto potencial en mercados internacionales, que justo hoy se encuentra promocionando el Ministro Juan Andres Fontaine en Sillicon Valley, he vuelto a mirar una reciente investigación realizada en una empresa creada bajo el paraguas de una Universidad privada y un grupo de inversionistas. Omitire información específica de los nombres y desarrollos de la empresa con el fin de cumplir con los acuerdos de “no divulgación” que previamente establecí en la negociación de acceso con la empresa.
La pregunta que motivó mi investigación es ¿Cómo son las prácticas organizacionales de la empresa “Polaris Biotecnológica” y el proceso de innovación tecnológica que se encuentra desarrollando? Esta pregunta se encuentra arraigada en una línea de investigación que considera la innovación –definida como nuevas formas de hacer mejores objetos y artefactos para uso práctico- en un sentido distribuido y situado (Suchman and Bishop 2000; Hutchins 1995, Latour 1999; Akrich, Callon et al. 2002) donde los participantes del mismo, siguen un proceso que depende en forma sustancial del trabajo mancomunado y de las interacciones entre los actores humanos y no humanos que la permiten. Lo que sostengo, junto con Akrich et al., es que el éxito de la innovación nunca está en las manos de un único agente económico. Por el contrario, este se encuentra siempre distribuido a lo largo de la cadena de actores participes de la innovación. En ese sentido, la innovación se debe entender como “el arte de interesar a un creciente número de aliados quienes permitirán que el proyecto desarrollado adquiera más y más poder” (Akrich, Callon et al. 2002) Por cierto que una idea de innovación distribuida y embebida en la red de actores, señala un camino distinto para el así llamado emprendedor, especialmente en los casos en que este desarrolla productos y servicios fuertemente construidos sobre conocimiento científico (Garud, Karnře 2003).
Los métodos utilizados para “construir” los datos son básicamente la observación participante del autor -en reuniones de trabajo de la organización- y entrevistas a profundidad con los colaboradores de la empresa. El autor negoció el acceso a la empresa, luego de un trabajo de consultoría realizado en la misma. El período de observación y de trabajo de campo se extendió desde Julio hasta Diciembre del 2008. Dada las limitaciones de espacio del presente texto, no ahondaré mayormente en la metodología seguida por el estudio.
Una de las líneas seguidas en el análisis y conclusiones muestra la importancia del proyecto –junto al presupuesto adjunto al mismo- en el alineamiento y organización de la innovación, tanto hacia el interior como hacia el exterior. Este ejemplo de “dispositivo” muestra como un elemento material señala caminos, abre posibilidades –cerrando otras- en la medida que permite la administración de recursos financieros, ideas, plazos, tiempos, entre otros. En ese sentido, se puede atisbar una comprensión relacional y material del proceso de innovación en “Polaris”; dado que el mismo dispositivo permite que la empresa se relacione con entidades gubernamentales –CORFO Innova- que otorgan fondos para el desarrollo de proyectos de innovación en alta tecnología y con los inversionistas que siguen atentamente el desarrollo de los tiempos y recursos desde el mismo. Es decir, el proyecto se convierte en un elemento estructurador que junto a otros dispositivos, participa de la innovación, permitiendo y no permitiendo maniobras en momentos de cambios en el medio ambiente de la organización y en los objetivos de los actores interesados en ella. Estos dispositivos, se encuentran en el centro del actual debate de los estudios de la innovación y emprendimiento que sigue la línea del presente texto. Por ejemplo Doganova y Eyquem-Renault (2009) han establecido la importancia del modelo de negocio –y del plan de negocio- como elemento estructurador de la red de innovación que construye la empresa naciente.
Lo que las historias de los colaboradores y la gente de Polaris indican es que el “emprendedor” no es el articulador del cual Schumpeter nos habla. En ese sentido, al considerar el poder que el proyecto escrito sobre lo que sucede en las relaciones que establece la empresa, he contado una de las posibles historias de “Polaris Biotecnológica”. Una historia donde no se ve aquel superhombre, del que hablaba Schumpeter, que construya el proceso de innovación, sino un actor inmaterial –el proyecto- sobre el cual el resto se alinea y sobre el que se organiza la innovación tecnológica en dicha empresa.
Como corolario, debo comentar que actualmente trabajo en la pregunta que emerge del caso enunciado, la cual es: ¿Cómo se inserta el emprendedor en un tipo de innovación donde las relaciones entre los elementos materiales y los humanos construyen la red sobre la cual se sustenta la innovación?
Juan Espinosa
Comments
Hola Juan.
Súper interesante tu proyecto. Para mi doctorado hice una investigación similar pero tomando la escena de música experimental (por tanto más enfocado en temas de industrias culturales y aglomeraciones espaciales). Uno de mis resultados, al igual que en los tuyos, es la relevancia de la idea de ‘proyecto’ como unidad de la acción productiva. Me parece que es una idea súper sugerente.
Ahora, tengo algunas preguntas/dudas con respecto a cómo tú entiendes la idea de ‘proyecto’. En alguna parte hablas del proyecto como un ‘actor inmaterial’ (para diferenciarte de Schumpeter). Pero me pregunto: qué tan ‘inmaterial’ es el ‘proyecto’? Creo que puede ser más provechoso ver al ‘proyecto’ como un ensamblaje de objetos, ideas, valoraciones, instituciones, tecnologías y personas que se inscribe en diferentes formas. Pienso en el trabajo de Yaneva sobre la práctica de los arquitectos (y sobre cómo el ‘proyecto’ deja de ser un edificio para convertirse en una entidad con vida propia y múltiple), pero sobre todo en el trabajo de Grabher sobre la publicidad y en el libro ‘Architectures of Knowledge’ de Amin y Cohendet. A&C muestran que los ‘proyectos’ (distribuidos, relacionales, distanciados) sólo son posibles gracias a un montón de innovaciones tecnológicas y organizacionales, desde el email hasta las salas de reuniones en los aeropuertos especialmente diseñadas para encuentros ‘on the move’ (básicamente lo que muestran son las múltiples formas de construir conocimiento tácito [elemento caro para la teoría de la innovación] y discutir que éste no se hace solamente cara-a-cara a la Marshall… pero eso es otro tema…).
En fin, muy interesante tu investigación. Saludos.
Hola Manuel,
Efectivamente!
La idea Foucaliana (se dice asi?) de “Dispositif” y el posterior desarrollo de Deleuze en lo que llamo “Agencement” se encuentra en el centro de mi actual investigacion sobre emprendimiento cientifico.
De hecho, este “market device” (citando a los performativistas) que es el proyecto deberia entenderse como un “agencement”.
Muchisimas gracias por la literatura que has citado, sera de mucha ayuda en mi actual trabajo.
Fe de erratas
Donde dice: ” sino un actor inmaterial –el proyecto-” debe decir: ” sino un actor material –el proyecto-“
Siguiendo con los otros usos del proyecto mencionados por Manuel uno podría también pensar en el rol que cumplen los proyectos en la investigación (…por ejemplo: “llenar un fondecyt”) y, quizás aun más centralmente, en el arte en Chile (fondart). En ambos casos parece mantenerse lo que dice Juan de que el proyecto es un objeto central e importante en sí mismo que permite enrolar a otros agentes. Sin embargo, y quizás pasando más el lado de los dispositivos a la Foucault (y los los trabajos sobre “accounting” de P.Miller y cia), uno podría pensar que es también en el proyecto donde la iniciativa es enrolada por otros tipos de constreñimientos institucionales. El proyecto de alguna forma obliga o al menos reduce opciones (por ejemplo a justificar en términos de impacto o a dar formas medibles de evaluación de resultados). En suma, para el estudio de la innovación desde el objeto proyecto y no desde el “innovador”, el tipo de “proyecto” y las características de éste deberían ser también un tema de análisis empírico.
Hola Juan Felipe, interesante el tema de tu investigación. Al respecto, tengo una duda sobre hasta qué punto tu enfoque puede entenderse como una perspectiva relacional de la innovación como lo estableces en tu columna. En efecto, tengo la impresión de que no estás centrado en un enfoque de redes sociales donde son las relaciones inter-individuales – y las interdependencias e intercambios cognitivos resultantes de éstas – las que configuran la adherencia de los actores a un sistema de organización y, por ende, a determinadas prácticas organizacionales. Por el contrario, creo que el uso que le das a la noción de proyecto tiene como origen la idea que las prácticas organizacionales son parte de una estructura que influencia la adherencia de los individuos a un esfuerzo colectivo.
Mi duda me lleva entonces a formularte la siguiente pregunta a objeto de abrir el debate: ¿en qué medida se puede determinar el carácter relacional de la innovación si no se está centrado en los procesos sociales – organizacionales que intervienen en la producción de proyectos y de artefactos materiales orientados a la innovación? Saludos.
Hola José, es interesante tu punto. En efecto, te puedo comentar que en el caso estudiado, lo que llamé proyecto, en forma genérica, se construye sobre la base de los proyectos Corfo Innova. Por cierto que allí se observa claramente el fenómeno que tú acertadamente has señalado.
Otro ejemplo sería que la misma empresa, utiliza otros fondos concursables para financiar PhD (un fondo ado por Conicyt) Y allí también se pueden observar los constreñimientos que tu comentas, ya que se deben justificar los usos de recursos y esto genera una enorme necesidad de “ingeniería” en el manejo de los presupuestos de los proyectos y de las sistemáticas auditorías que el estado realiza al financiamiento y uso de estos expertos.
Actualmente, estoy viendo algo similar en los datos que estoy haciendo con los proyectos que se presee los councils de research acá en UK. Pero aún es luego para analizar (creo).
Agradecido por la observación 🙂
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Hola Guy:
Respecto de tu pregunta, sobre un enfoque estructural como contraposición a un enfoque de procesos y relacional.
Pues debo decir, que el espacio no me ha permitido -creo que ese puede ser el problema- explicar que todo el análisis se basa en una ontología donde este elemento material que es el proyecto es en la medida que conforma parte de la red de actores que producen la tecno innovación (en este caso biotecnológica). Ahora, no sé si todos esos procesos son necesariamente sociales, pero si entiendo el resultado de este proceso como algo eminentemente social. Un resultado que puede eventualmente cambiar, de cambiar las relaciones entre los actores humanos y no humanos.
Es decir, la tecno-innovación, sería el resultado de un proceso donde los actores de toda la red -en el lenguaje de M. Callon la TEN ó red tecno-económica- la producen. Lo interesante aquí es por ejemplo el rescatar las posibilidades que otorga el poner la mirada en objetos como el proyecto CORFO, el plan de negocios u otros dispositivos materiales que trasladan a la acción todo el proceso que ellos traen consigo. Es decir, el proyecto tiene una esencia relacional que se constituye por la historia de sus encuentros situados específicos con los demás actores.
En ese sentido, podría ser que la administración de estos proyectos y la forma del objeto proyecto en sí, genere un efecto efecto importante sobre las relaciones inter-individuales – y las interdependencias e intercambios cognitivos resultantes de éstas. De hecho, al menos dos de los informantes comentaron que la “forma en la que se realizan las cosas aquí” tiene mucho que ver con la administración de los proyectos y para ser más específicos, con la forma en que se “traduce” en las planillas de cálculo donde se establecen los recursos, usos y prioridades. Esto es claramente una forma de conformar un sistema de organización donde los actores humanos y no humanos desarrollan determinadas prácticas en la empresa.
Es por ello que creo que la noción de proyecto que he utilizado no se encuentra enquistada en una estructura, sinó que es la estructura la que se desarrolla en el proceso y en la interacción con los demás actores. Pero por cierto, eso no implica que en algún momento, podamos observar dicha estructura como algo sólido y claro! 🙂
y entonces ¿qué hacer con start-up chile?
Yo creo que los programas como Invest Chile (http://www.investchile.com) o más aun como Start-Up Chile (http://www.startupchile.org/) deben ser evaluados considerando que el éxito o fracaso de las tecnoinnovaciones no solo depende de la figura del emprendedor. En ese sentido, lo que no veo son los programas paralelos que podrían apoyar esta estrategia para el desarrollo de nuevas empresas tecnológicas con alto potencial de mercado.
Yo no compro el análisis interesado que realiza Vivek Wadhwa (en cierto sentido el asesoro al gobierno en este tema)
Ver aquí: http://techcrunch.com/2010/08/21/chop-shop-workers-and-bootstrappers-chile-really-wants-you/
Ver aquí: http://techcrunch.com/2009/10/10/chile-wants-your-poor-your-huddled-masses-your-tech-entrepreneurs/
Creo que existen limitantes materiales importantes en Chile. El idioma, la diversidad cultural, ya que Santiago no es San Francisco, entre otros. Es aquí donde veo que el inversionista y/o emprendedor que desee venir a Chile se encontrara con sus principales limitaciones.
Por último, y tal vez un tema más de fondo, que aparece también en mi investigación, es el del grupo de inversionistas que se encuentran encima de la administración de la start-up. En el discurso de los informantes, se menciona como “las espaldas anchas”. Los actores ven esto como algo fundamental para el éxito de la naciente empresa. Estas “espaldas” no se refieren tanto a la capacidad de financiamiento, sino a la posibilidad de conexiones que tienen estos inversionistas con potenciales compradores (dados sus otros negocios y capital relacional) y a la capacidad de abrir camino para conseguir acuerdos con proveedores transnacionales de tamaño grande.
Estos actores –inversionistas- permitirían enrolar al sector privado chileno, lo cual es fundamental para poder realizar una empresa. Incluso en el caso que la empresa se encuentre desarrollando un proyecto con mercados exclusivamente de exportación.
Un programa de incentivo a la innovación basado en la idea de importar innovadores ignora simplemente decenas de años de estudios acerca del funcionamiento de las organizaciones, la importancia de los mecanismos locales, de las normas sociales, los contextos institucionales, y las lógicas de innovación. En Francia se copio el sistema americano de transferencia tecnológica en Biotech, y las empresas llevan 30 años gastando fondos públicos sin llegar con ningún producto al mercado. La igualdad de oportunidades, la nueva contabilidad de las externalidades, y los procesos de innovación emergentes deberían estar en el centro del discurso de la innovación, lo demás es solo copy/page.
Sobre el rol de los inversionistas en las start-up, me permito indicarles el artículo “La valeur ajoutée de la personnalisation des relations avec les capitaux-risqueurs “ que escribí hace pocos meses en donde se explora exactamente en qué condiciones los VC pueden transferir sus propias redes a los empresarios.
El paper aquí: http://alvaropina.files.wordpress.com/2008/03/personal-ties-with-vcs-aps1.pdf
Una presentación aquí: http://alvaropina.wordpress.com/alvaro-pina/presentations/
Una versión en inglés aparecerá luego.
Saludos
Gracias por el imput de tu investigacion Alvaro.
Lo tendre claramente en cuenta.
Ok, pero si los proyectos que investigas tienen una esencia relacional, tengo una pregunta de orden conceptual: ¿cómo se puede pensar en un actor “material”? No estoy diciendo que un actor no-humano no tenga validez en un sistema organizacional, a lo que apunto es a llamar la atención sobre el hecho que, desde una postura relacional, un actor material no es concebible ya que éste no tiene la capacidad de realizar intercambios. Saludos.
A que te refieres con realizar intercambios?
Me refiero a los procseos de transferencia de conocimientos, intercambio de consejos y de experiencias, negociaciones de ideas, de sentido, de representaciones, de valores, etc.
Para clarificar, en todo caso, lo que tiene una esencia relacional estrictamente, es el hibrido o ensamblaje de objetos, ideas, valoraciones, instituciones, tecnologías y personas que se inscribe en diferentes formas. (como comento Manuel antes).
Creo que eso aclara el punto. Al menos desde la perspectiva de la ANT. Eso por cierto conlleva el problema de las mixturas que ha sido analizado por Michell Serres, por ejemplo en sus escritos sobre el inicio de la geometria y el uso del “gnomon”. Serres se refiere a este artefacto com aquel que no depende de la intenversion humana, dado que el gnomon produce sus cortes automaticamente.
Lo que se podria entonces decir, aceptando la mixtura, es que dicho emsamblaje – el proyecto- representara, llevando toda la historia del proceso, es decir que el proyecto se transforma en un dispositivo que abre y cierra oportunidades para la creacion de la innovacion.
Sera por ahi la cosa?
Desde el enfoque que he seguidoca en mis estudios, los procseos de transferencia de conocimientos, intercambio de consejos y de experiencias, negociaciones de ideas, de sentido, de representaciones, de valores, entre otros, se encuentran siempre mediados por objetos, sean estos discursivos, materiales (como las herramientas).
Creo que existe bastante evidencia empírica en la llamada teoría histórica de la actividad (Engestrom y Cía.) y la ANT.
Ok, sí, los intercambios están mediados por dispositivos que encuadran las interacciones, como dice Grossetti. Por lo mismo, tengo algunas dudas sobre concebir un proyecto, en su estructuración material, como un actor más sobre todo por el hecho de que dichos dispositivos o artefactos, en tu caso (planilla, plan de negocios, presupuesto), son creados en el proceso de definición del proyecto y muy probablemente ajustados una vez que el proyecto comienza a ejecutarse. En este sentido, el plan de negocios puede ser visto como el resultado de un consenso en el que distintos actores materializan sus intereses, incluso la Corfo. Dicho plan tomaría forma entonces en el proceso de intercambio y de negociación. Tengo la impresión que tanto el valor como el carácter de esos intercambios son los que alinean a los actores a los objetivos del proyecto y no el proyecto en sí como un ente o un actor más.
Bueno, es discutible, pero es muy interesante la discusión. Saludos.
Ese es un muy interesante punto.
No veo problemas en considerar al plan de negocios puede ser visto como el resultado de un consenso en el que distintos actores materializan sus intereses, incluso la Corfo. Siempre y cuando por actor se considere también al proyecto…
Quizas en ese momento es cuando teoría y decisiones metodológicas se cruzan. En este caso entender o no el proyecto como objeto y, a su vez, si el los objetos pueden o no ser entendidos cómo actores. Con lo poco que he leído de Grosseti, entiendo que lo que él hace es asumir que objetos son importantes pero integrándolos en una concepción que parte de actores en un sentido más clásico (i.e: personas con objetivos y medios). A mi juicio más que definir que perspectiva es más real, finalmente este tipo de decisiones tiene que ver con lo que aporte cambiar los supuestos. En este caso: ¿qué ganamos si dejamos de ver el proyecto como un medio de coordinación de actores y lo concebimos como un actor en sí mismo? Pasa algo similar por ejemplo si pensamos como seguir otros de estos devices, como rankings: http://blogs.icso.cl/practicasculturales/?p=93
Solo para aportar un dato más a la discusión teórica, Sophie Mutzel ha escrito una comparación entre la ANT y la Sociologia Relacional (SR). El paper se puede revisar aquí:
http://csi.sagepub.com/content/57/6/871.abstract
Ella descubre una serie de puntos en común, sin embargo en sus conclusiones, ella expresa claramente que la ANT entiende a los actores humanos y no humanos con igualdad en su capacidad de actuar. Mientras que la SR, considera que los actores no humanos no son capaces de establecer significados, aún cuando forman parte integral de las redes sociales. Además, en la SRson los investigadores de la SR los que otorgan significado a que y quien debe ser considerado en el análisis. Por el contrario, en la ANT, utiliza una aproximación abierta e interpretativa cuando recoge los datos, dejando que los actores estudiados realicen las conexiones por ellos mismos.
Sin embargo lo expuesto, creo que lo verdaderamente pertinente, es utilizar un enfoque más pragmático, como el ya enunciado por José.
Que es entonces lo que se gana mostrando el proyecto (actor no humano) como un “device” (agencement) que abre y cierra posibilidades?
Por cierto que sobre este punto no he avanzado casi nada aun, sin embargo, una cosa a la que le he dado vuelta es la importancia no menor de la escritura de planes y proyectos para obtener los recursos desde el estado o capitalistas de riesgo. Como es que esto pasa a ser central y luego como es que este “device” permite relacionar las actividades internas con las actividades que se produce en “exterior” de la organización.
desde otra perspectiva teórica un paper que te podría interesar (sobre prestamos a empresas y el papeleo intermedio) es este: http://tcs.sagepub.com/content/22/2/69.abstract
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