[post envíado por G. Boisier]
A propósito de una línea de investigación que estoy desarrollando sobre capacidades de innovación y de colaboración en los sectores productivos regionales en Chile, en particular en las redes inter-organizacionales de estos sectores, uno de los focos de estudio es el análisis de las representaciones sociales de los actores de dichas redes [1]. ¿Cuánto explican las representaciones sociales de los actores la creación y mantención de vínculos en redes inter-organizacionales de sectores productivos innovadores? Tres supuestos transversales justifican estudiar las representaciones sociales desde el enfoque propuesto: i. La fuente de la innovación es principalmente una comunidad articulada por relaciones inter-organizacionales y no una organización por sí sola (Powell, 1996; Baum et al., 2000; Stuart, 2007; Whittington et al., 2009); ii. La innovación se diseña, concibe e implementa dentro y a través de sistemas organizados, vale decir, en un marco de acción colectiva donde se combinan creatividad individual, recursos tangibles e intangibles, conocimientos individuales y organizacionales, relaciones interindividuales, emprendimiento, etc. (Hamel, 2006; Teece, 2007; Birkinshaw et al., 2008; Mol & Birkinshaw, 2009; Damanpour et al., 2009); iii. La noción de representación social constituye un elemento estructural en la configuración de cualquier sistema organizado.
Por esto, su estudio permite investigar y dar cuenta de la estructura cognitiva y social de una organización. Es en este horizonte que interesa en particular estudiar la organización de la innovación en un modo específico de organización que es la red. Entender los fundamentos y estructuras que sostienen a una organización puede abrir claves de análisis que permitan comprender mejor el fenómeno de la innovación, en particular cómo los individuos o actores, por compartir una representación sobre un objeto en particular, van generando y dinamizando sus vínculos y, a su vez, cómo la creación de esos vínculos van modificando y reproduciendo sus representaciones.
La representación es, siguiendo a Jodelet (1984), un medio y una forma de conocimiento pero también un instrumento de acción que orienta y define los comportamientos individuales. Durkheim (1898), a su vez, establece que la vida social está estructurada por representaciones tanto individuales como colectivas, y que éstas corresponden a las creencias y valores comunes a todos los individuos de una sociedad. En efecto, éstas son formas de conocimiento estables que sostienen un conjunto de normas y conductas y que, en contextos grupales, presionan a los individuos a adoptarlas. En este sentido, las representaciones corresponden a la estructura cognitiva de los grupos humanos y, a la vez, al mecanismo por el cual se forja la vinculación de los individuos a dichos grupos lo que según Durkheim garantizaría la cohesión social.
En el estudio de las organizaciones, las representaciones sociales han sido expuestas como aquello que es común a un grupo conformado por individuos con historias y adhesiones diferentes. La organización simboliza, en este sentido, un lugar de convergencia de proyectos, objetivos y valores compartidos lo que constituye un principio estructural de todo sistema con el epíteto de organizado. Si bien las representaciones sociales no constituyen un tema de investigación en sí mismas en las ciencias de las organizaciones, éstas han sido utilizadas para explicar fenómenos como el de la cultura organizacional o el conocimiento organizacional, vale decir, proyectos teóricos con enfoques integradores de la organización, de ahí la idea de lo organizacional. Dichos fenómenos se centran en un modelo de organización conformada por representaciones y valores compartidos por sus miembros donde cada uno adhiere a una visión común de lo que es la organización, de su rol económico y social, del lugar que ocupa en relación a sus competidores y de sus vínculos con los stakeholders, entre otras.
No obstante esta postura integradora y por cierto idealista de la organización, las organizaciones también son lugar de desavenencia y de proyectos fragmentados y divididos donde la convergencia de una visión común de empresa tiende a ubicarse más en la plana directiva que en los niveles operativos. La evidencia de la empresa taylorista, jerarquizada, fragmentada y caldo de cultivo de conflictos entre dirigentes y dirigidos, muestra en particular que los miembros de una organización pueden tener diferentes razones para llevar adelante una acción y diferentes interpretaciones de las posibles consecuencias de esa acción pero igual actúan de manera organizada (Donnellon et al., 1986).
Las representaciones sociales han sido preferentemente empleadas para estudiar y analizar situaciones intra-organizacionales. Asimismo, la discusión sobre convergencia y fragmentación de la organización se ha librado también dentro de las fronteras de la organización. Sin embargo, si aceptamos que la organización de las colaboraciones inter-organizacionales constituye una evolución mayor del mundo de las organizaciones y de las instituciones, entonces la pregunta por la creación y reproducción de representaciones sociales en la configuración de sistemas inter-organizacionales se vuelve un objeto de investigación pertinente. Más aún, si consideramos que las relaciones inter-organizacionales dan forma a redes de organizaciones articuladas por vínculos de colaboración no jerarquizadas, es dable pensar que los vínculos que definen la red están empapados de representaciones sociales sobre objetos particulares.
Un ejemplo de representaciones sociales en una red inter-organizacional es la de los expertos técnicos de la industria chilena del salmón [2], quienes conforman una red importante dentro de este sector productivo participando activamente en la resolución de los problemas sanitarios que afectan al pescado. Esta representación corresponde a una reivindicación y a una estrategia de defensa del rol de la salmonicultura en la sociedad. Los contenidos de los valores y supuestos que estructuran esta representación corresponden a una búsqueda permanente de legitimación de la actividad ante las múltiples acusaciones y reproches que la industria ha sido objeto por parte de la opinión pública, ONGs, investigadores y actores políticos por sus prácticas productivas referentes a temas sanitarios, medioambientales y laborales. En particular, dichos valores y supuestos están asociados a una percepción común del rol que le compete a la industria en la explotación de los recursos de un territorio que buscan por distintos medios controlar.
Esta representación tiene repercusiones en una acción colectiva que es la creación de esta red la que busca generar un salmón menos proclive a las enfermedades que comúnmente afectan al pescado como consecuencia de la producción a escala industrial (producción intensiva, alta densidad en las piscinas de cultivo, proximidad geográfica de los centros de cultivo, etc). El logro de dicho objetivo no podría lograrse sin una estructura coordinada a nivel industrial y orientada a estandarizar conocimientos, prácticas y técnicas en la reproducción del salmón el que es frecuentemente sometido a selecciones genéticas, vacunas, antibióticos y antiparasitarios, entre otros.
Ejemplos como este interesa investigar en los sectores productivos del país con el fin de vincularlos a las actividades de innovación que llevan adelantes este tipo de redes. En especifico, interesa enlazar estos casos para contribuir a una comprensión de cómo actúan las redes inter-organizacionales. ¿Qué sectores productivos estudiar bajo esta óptica? No sólo los estratégicos (minería, vino, salmón) sino que también los que están en reciente proceso de expansión (leche, fruta, industrias creativas, turismo, etc.).
Notas:
[1] Un artículo en la línea de este post se presentará en septiembre en las VII Jornadas de Estudios Sociales de la Economía en el IADES, Argentina.
[2] Estos resultados son parte de una investigación doctoral titulada Apprentissage inter-organisationnel, proximité et territorio: le cas du cluster chilien du saumon defendida en abril de 2011 en la Unversité Paris 1 Panthéon-Sorbonne. La investigación fue financiada en parte por el Proyecto Anillos (PBCT SOC 30) “Sistemas de Innovación regional y conocimiento empresarial de Clústeres de empresas basadas en Recursos Naturales”.
Referencias
Baum J., Calabrese T., Silverman B., (2000) Don’t go it alone: Alliance network composition and startups’ performance in Canadian biotechnology, Strategic Management Journal, 21, 267-294.
Birkinshaw J., Hamel G., Mol M. (2008), Management innovation, Academy of Management. The Academy of Management Review, 33, (4), 825.
Donncllon, A., Gray, B., & Bougon, M. (1986), Communication, meaning, and organized action, Administrative Science Quarterly, 31, 43-55.
Durkheim E. (1898), Représentations individuelles et représentations collectives, Sociologie et Philosophie, Paris, PUF, 1967.
Damanpour F., Walker R., Avellaneda C. (2009), Combinative effects of innovation types and organizational performance: A longitudinal study of service organizations, The Journal of management studies, 46, (4), 650.
Hamel G. (2006), The why, what, and how of management innovation, Harvard business review, 84, (2), 72‐84.
Jodelet D. (1984), Représentation sociale : phénomène, concept et théorie. In Moscovici S. (ed.), Psychologie sociale, Paris, PUF, 357-378.
Mol M., Birkinshaw J. (2009), The sources of management innovation: When firms introduce new management practices, Journal of business research, 62, (12).
Powel W. (1996), Inter-Organizational Collaboration in the Biotechnology Industry, Journal of Institutional and Theoretical Economics, 152, 197-215.
Stuart T., Ozdemir S.-Z., Ding W. (2007), Vertical alliance networks: The case of university-biotechnology-pharmaceutical alliance chains, Research Policy, 36, 477-498.
Teece D.-J., Pisano G. (1994), The Dynamic Capabilities Of Firms: An Introduction, Industrial and Corporate Change, 3, (3), 537-556.
Whittington K.-B., Owen-Smith J., Powell W. (2009), Networks, Propinquity, and Innovation in Knowledge-intensive Industries, Administrative Science Quarterly, 54, (1), 90-122.
Comments
Muy interesante el post Guy. Estare esperando poder leer el articulo.