Más allá del “modelo neoliberal”: una invitación a abrazar la complejidad de la economía política nacional

“Vamos a poner aquí una retroexcavadora, porque hay que destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura”[1].

Las polémicas declaraciones emitidas por el senador Quintana en marzo de 2014 causaron mucho revuelo e instalaron la metáfora de la “retroexcavadora” en el debate público en Chile. Las palabras del senador hacían eco a análisis provenientes de las ciencias sociales post-movilizaciones del 2011 (Atria, Larraín, Benavente, Couso, & Joignant, 2013; Mayol, 2012), en las que el “modelo neoliberal” chileno fue ampliamente discutido. A partir de ese momento, la referencia al modelo neoliberal se instaló como una especie de sentido común de la crítica social. En este post – que constituye una introducción a dos artículos recientemente publicados – quisiera invitar a los lectores de este blog a tomar distancia y considerar algunos matices, tanto metodológicos como teóricos, respecto a esta aproximación demasiado homogénea a la economía política chilena. Cuestiono la pertinencia de abordar una realidad tan compleja como un sistema económico, político y social mediante una categoría global como la de “modelo”. La popular noción de “modelo” simplifica en demasía la complejidad y diversidad del neoliberalismo. Para responder a este reduccionismo simplificador, es necesario dessarrollar aproximaciones más finas, que permitan dar cuenta de las variaciones internas de nuestro objeto estudio, en este caso el Chile contemporáneo.

La noción de modelo es intrínsecamente compleja por los múltiples sentidos que conlleva. Siguiendo a la RAE, un modelo supone imbricación y coherencia entre los distintos aspectos del objeto representado que se daría a conocer como un todo articulado. Es justamente la homogeneidad entre las partes subyacente a este término que discuto en el artículo “Más allá del “modelo”. Pensar las relaciones Estado-mercado a nivel-sectorial” (Maillet, 2015a). Mi sugerencia es que: razonar en términos de modelo invisibiliza las variaciones internas de un país y constituyendose en un sesgo metodológico que debilita los análisis de economía política. Más allá de cuestionar el uso de la palabra modelo en sí, son las implicancias metodológicas subyacentes las que son preocupantes. Focalizar la atención sobre un plano muy general lleva a dos grandes errores: menospreciar dinámicas específicas de algunas áreas de la vida social; y sacar conclusiones generales a partir de las transformaciones propias a alguna porción de la realidad social.

Para evitar este reduccionismo, la alternativa metodológica que sugiero es observar las dinámicas propiamente sectoriales en base a conceptos no permeados por el “nacionalismo metodológico”. Así, propongo privilegiar la comparación intersectorial, para poner en evidencia procesos políticos específicos de cada sector. Esta alternativa más atenta a la heterogeneidad pone el foco en la variación sectorial interna en un mismo país; considerando así una adaptación de la perspectiva subnacional que es atenta de la diversidad interna a un país.  Los casos estudiados para desarrollar el argumento son la generación eléctrica, el transporte público en Santiago y las pensiones. Demuestro que, a partir de una base conceptual y regulatoria similar en las reformas de los años 1980, estas políticas han seguido trayectorias divergentes aunque se mantengan dentro de un sendero que puede ser denominado como neoliberal. En otros términos, si las reformas de la dictadura crearon un conjunto relativamente homogéneo a fines de los años 1980, el clásico proceso de diferenciación sectorial (Mascareño, 2010) propició una divergencia, que probablemente se vaya acentuando con el tiempo. La comparación entre casos de diferentes sectores permite dar cuenta de este proceso de diferenciación.

La diferenciación y complejización intersectorial obligan también a una mayor precisión conceptual en torno al neoliberalismo. Para avanzar en este sentido, propongo distinguir entre “variedades de neoliberalismo” (Maillet, 2015b)- neoliberalismo ortodoxo, regulador, emulador y mixto- según el rol que asume el Estado en cada uno de los sectores privatizados. A partir de un mismo núcleo común, donde el mercado competitivo es privilegiado como mecanismo de coordinación para la provisión de un bien o servicio, surgen distintas variedades según la forma bajo la cual el Estado actúa – o no – para impulsar esta competencia. Así, dentro de un mismo país coexisten distintas variedades del neoliberalismo según las configuraciones sectoriales. En otras palabras, en vez de una oposición binaria entre el neoliberalismo y sus alternativas, las variedades intersectoriales enfatizan los fenómenos de hibridación con ideas y políticas provenientes de otras tradiciones de pensamiento (ya destacadas en discusiones interenacionales en el contexto de la discusión sobre la resiliencia del neoliberalismo (Schmidt & Thatcher, 2013). El análisis de tres reformas de los gobiernos de la Concertación en Chile (1990-2010) ilustra empíricamente los aportes de este marco conceptual innovador.

En conclusión, quisiera dejar claro que no sugiero de negar la existencia de fenómenos globales, como las dinámicas nacionales de la economía política o el carácter homogeneizador de las ideas neoliberales. Se trata más bien de articular estos fenómenos ya relativamente conocidos con las resistencias y particularidades a nivel meso, que dan lugar a una profusión de arreglos que merecen ser considerados con mayor sofisticación conceptual. Así emergerán análisis por cierto más complejos, pero también más precisos, y por lo tanto más propicios a pensar las opciones y vías de transformación de esta realidad.

Antoine Maillet

Atria, F., Larraín, G., Benavente, J. M., Couso, J., & Joignant, A. (2013). El otro modelo. Del orden neoliberal al régimen de lo público. Santiago: Debate.

Maillet, A. (2015a). Más allá del “modelo”. Pensar las relaciones Estado-mercado a nivel-sectorial. Revista de Sociología E Política, 23(55), 53–73.

Maillet, A. (2015b). Variedades de neoliberalismo. Innovación conceptual para el análisis del rol del Estado en los mercados. Revista de Estudios Políticos, (169), 109–136.

Mascareño, A. (2010). Diferenciación y contingencia en América Latina. Santiago: Universidad Alberto Hurtado.

Mayol, A. (2012). El derrumbe del modelo. La crisis de la economía de mercado en el Chile contemporáneo. Santiago: LOM Ediciones.

Schmidt, V., & Thatcher, M. (2013). Resilient Liberalism in Europe’s Political Economy. Cambridge: Cambridge University Press.

[1] Jaime Quintana, Presidente del Partido Por la Democracia (PPD), El Mercurio, 25-03-2014

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