[Mariana Luzzi comparte sus reflexiones sobre las nuevas prácticas de docencia y colaboración que se abren con el experimento obligado de docencia a la distancia en que terminamos siendo parte. Así empieza]
“¿Qué plataforma estás usando para las clases? ¿Hiciste vivo de Instagram? ¿Se puede bajar el video después? ¿Usaste la encuesta del Moodle? ¿Alguien sabe cómo se hace para ponerle audio a una presentación de diapositivas?
Hace tres meses el chat de nuestro equipo docente explotó. Los mensajes comenzaron a llegar en cascada, desafiando las memorias de nuestros celulares. A cualquier hora circulaban preguntas, tips compartidos, tutoriales, links a todo tipo de recurso virtual. Los intercambios se parecían más a la mesa de ayuda de un canal de tecnología que a un espacio de trabajo entre profesionales de las ciencias sociales.
Desde que empezó la cuarentena quienes nos dedicamos a la docencia nos vimos obligados a aprender en tiempo récord a usar herramientas que hasta ahora no conocíamos (como las diversas plataformas de videoconferencias), o que nunca habíamos pensado como medios para dar clase (como las redes sociales) o que veníamos usando de manera sólo marginal (como el aula virtual de la universidad)”
El texto completo acá: https://noticiasungs.ungs.edu.ar/?portfolio=ensenanzas-y-aprendizajes-docentes-en-la-pandemia&fbclid=IwAR27vucgJWzyM4w3yqgud9uXDgvnQ6oTFPaDYwNYQnclQSmSOmP27fYY5Qo