Notas de lectura: Taking the Floor

[Hace unas semanas leí el libro de Daniel Beunza Taking the Floor. Models, Morals and Management in a Wall Street Trading Room (Princeton University Press 2019). Este post son las notas que fui tomando mientras leía. No es una reseña, ni una evaluación crítica. Es un intento por compartir qué y cómo me hizo pensar este libro]

18/6/2020

Acabo de empezar Taking the Floor. Models, Morals and Management in a Wall Street Trading Room de Daniel Beunza.

Leí la introducción. Se inventa un puzle ingenioso.

Beunza hizo una etnografía de una trading room a fines de los 1990s principios de los 2000s. Publicó algunos artículos con D. Stark que se hicieron bien conocidos y se transformó en uno de los fundadores de los, por esa época, nuevos estudios sociales de las finanzas. Como el resto, escribió sobre formulas, dispositivos y performatividad. Luego, vino la crisis y con ello la sorpresa con que el libro abre. Las prácticas que la prensa y la investigación de la época empezaron a mostrar no representaban bien lo que Beunza encontró en su etnografía. Como lo pone él, o lo engañaron, o la descripción de las finanzas en la prensa y en otros estudios no era correcta. Al final, un poco por casualidad, encontró que su dilema tenía otra solución. Un día invitó a uno de sus informantes a su clase y lo que él contó ahí era que antes de que Beunza lo conociera, en su trabajo anterior, había pasado por una compañía que había terminado con escándalos y problemas legales. Cuando volvió a trabajar, decidió que había que hacer las cosas de una forma diferente. Lo que Beunza investigó entonces fue su intento por hacer las cosas de una forma distinta. El estudio no es de cómo se hacen las cosas en Wall Street normalmente. Es una investigación de cómo podrían haberse hecho las cosas de una forma que quizás podría haber evitado el tipo de escandalo y crisis del 2008.

El libro entonces busca explicar qué es lo que hace a la organización que Beunza estudió distinta. El tipo de respuesta, hasta donde entiendo, es cultural. Todavía no veo bien como, pero, lo que Beunza intenta es, podríamos decir, traer a la cultura de vuelta. No es una operación menor. Los estudios sociales de las finanzas surgen como un proyecto anti-cultural. Muy influidos por la teoría del actor-red, la heurística básica era la explicación está en las redes socio-materiales, los dispositivos. Lo social, lo cultural, las normas, etc., no explican, a lo más son resultados que hay que explicar. Este libro intenta, por decirlo rebuscadamente, revertir la inversión. Acá, la explicación es cultural.

Dos notas.

Uno. Todavía no tengo muy claro de que se habla cuando se habla de cultura acá. La introducción revisa muy rápido la historia del concepto en sociología. Va de Weber a Parsons y de ahí a Swidler y Zelizer. Para Parsons cultura serían valores compartidos, mientras que para Swidler repertorios y scripts. Según entiendo, Beunza buscaría encontrar una posición entre Swidler y Zelizer. Me llamó la atención lo rápido que se salta a Weber. Quizás, no se bien todavía, toda la discusión de gente como Du Gay y otros, a partir de la interpretación de Hennis-Tribe, donde Weber se entiende como un tipo de investigación sobre la emergencia de formas de conducta, de éticas prácticas que surgen como respuesta a problemas contextuales, podría servir bien acá. Creo que se lo salta muy rápido, como si el Weber de Parsons, fuera el Weber de Weber.

Dos, dice que hasta ahora no hay mayor contacto entre los estudios sociales de las finanzas y el trabajo de Zelizer ¿Es tan así? Hay muchos trabajos que investigan finanzas, trabajo relacional, y las tensiones y controversias asociadas. Están las cosas de Lazarus en Francia, Wilkis y Luzzi en Argentina, Halawa y Olcoń-Kubicka en Polonia, etc. Quizás, el problema es que Beunza no considera que los estudios de finanzas domésticas clasifiquen como literatura de estudios sociales de las finanzas. Si no, sabría, por ejemplo, que alguien como Villarreal ha trabajado un montón sobre los cruces entre distintos tipos de obligaciones y unidades financieras y las tensiones entre diferentes registros morales que ellas conllevan en sus investigaciones con trabajadores en la frontera entre México y los EEUU. Quizás este desinterés reproduce algo más general. Beunza habla de model-based moral disengagement para entender el impacto de modelos formales en la ética de las personas que él estudió. Uno podría decir que es ese moral disengagement que permite a los bancos y empresas financieras separar su acción de las consecuencias de lo que hacen todo el día sobre los ahorros y la vida doméstica de tanta gente. Los estudios sociales de las finanzas a veces tienen algo así como un cognitive-disengagement, un desinterés por lo que no sea estudios de “altas finanzas”, que les imposibilita aprender de lo que se sabe de la vida financiera donde asuntos como el enredo entre problemas morales y cálculo nunca estuvo en duda.

20/6/2020

El primer capítulo de Taking The Floor introduce el caso como una historia de descubrimiento. De su formación en administración y economía en España, Beunza llega a hacer un PhD en management en NYU, donde se interesa por lo que sucede en Wall Street. Ahí aprende que no se había investigado mucho sobre el tipo de relación social y dinámica organizacional en los mercados financieros, se empieza a interesar por los pocos estudios sociológicos que existían hasta ese momento (Abolafia, Baker, etc.) y se suma al seminario de sociología económica que David Stark dictaba en la Universidad de Columbia. Finalmente asegura el acceso a un caso de estudio. Sin embargo, lo que ahí encuentra no es el tipo de dinámica social que esperaba, hombres gritándose unos a otros en los pits, sino que un trading room en silencio. A su vez, se da cuenta que hay otro tipo de dinámica social en curso. De hecho, para sorpresa de Beunza, su informante principal, el gerente de la trading room, al que llama Bob,usa evidencia de investigación de antropología para pensar el tipo de dinámica social que buscaba generar. El problema de Bob (y que será el objeto de análisis de los artículos de Beunza con Stark) era como dar con el arreglo material y social para generar el tipo de colaboración más creativa y productiva.

Me quedé pensando de que hay un tema de administración del espacio y dinámica social que, hasta ahora, no es tan diferente a lo que se enfrentaría alguien como, por ejemplo, mi jefa, un director de departamento que se pregunta por cómo organizar las dinámicas de colaboración de modo que produzcan mejores resultados. Aunque obviamente el tipo de resultado es distinto. En mi trabajo sería algo así por como organizar para ayudar a generar mejor investigación organizacional. Lo otro es que, a estas alturas uno, como lector, empieza a sospechar de tanta sorpresa. El punto, claro, no es dudar de la intención del autor, sino que la escritura meta-comunica un tipo de comunicación estratégica. Obviamente, cuando uno escribe uno busca producir efectos. El problema es cuando la escritura se lee como efectista. Como si las sorpresas fueran más un dispositivo, una forma de escribir que busca producir efectos de sorpresa, que un intento por narrar un testimonio.

21/6/2020

Voy en la página 120 de Taking de Floor.

Algo que va apareciendo como la contribución más importante del libro es que la investigación no es sobre los traders y sus formas de valoración y cognición. Es una investigación sobre como los traders son administrados. Es una historia de management y organización. Del jefe de la división (equities, acciones) pero también de los que están entre el jefe y los traders mismos. Un estudio de como se intenta organizar el trabajo, la colaboración y los incentivos de la mejor forma, con informantes que son conscientes y reflexivos sobre los balances y desafíos al momento de pensar este tipo de asuntos.

Otra cosa que funciona bien tiene que ver con el tipo de narrativa, algo así como el género literario del libro. Un poco como si fuera una película policial, la narración es el testimonio de una investigación. Como un detective que va narrando paso a paso los descubrimientos que fue haciendo en un largo caso. Como en las buenas novelas policiales, además de la investigación misma, el libro narra la historia de la relación entre los dos personajes principales. Se trata de entender a Bob, y Bob es un personaje carismático y algo misterioso, que va abriéndose a poco y que se va construyendo como alguien que pareciera estar educando al personaje de Daniel. A veces hay algo casi siniestro. Como si en cualquier momento se fuera abrir algo oscuro que Bob ha mantenido oculto.

Algunas cosas que este libro no hace. Beunza trata la discusión académica como si fuera una conversación entre una población de 10 autores. Básicamente la sociología de las altas finanzas, y no todas, sino que principalmente lo que pasó en los primeros años. Por ejemplo, no se detiene en trabajos más recientes, como las cosas de M Lenglet o AC Lange. Esto ayuda a simplificar la narración, pero uno va quedando con la duda respecto a la profundidad de las lecturas que informan la investigación. Uno no encuentra acá, tampoco, como por ejemplo lo que MacKenzie hace tan bien, un interés por profundizar mucho en la historia y detalles de las herramientas estadísticas y modelos que usan la gente que acá son estudiadas. Mientras MacKenzie trabaja como un historiador de las estadísticas, Beunza es, uno podría decir, mucho más presentista. Una excepción es la discusión sobre la historia de las técnicas de risk management en el capítulo sobre la oficina de administración de riesgo. Pero este no es un libro que se dedique a seguir y explicar esas hebras. Lo mismo con la forma en que los entrevistados parecen entender y conceptualizar el mercado. Son muy Hayekianos, pero Beunza no se pregunta de dónde viene esa forma de imaginar y pensar el mercado como una red distribuida de información dispersa que sus informantes usan. No es un libro de STS.

30/6/2020

Voy en la página 236 de Taking the Floor.

Luego de la crisis del 2008, Beunza volvió a visitar a algunos de sus informantes. Ahora, ya no como observación, sino que con entrevistas sobre sus carreras. La historia de Bob adquiere un arco moral. Hijo de ingeniero militar, terminó en finanzas casi por accidente, aunque luego se hizo un actor importante en la expansión de los productos derivados. El momento clave en su historia, tal como se cuenta en este libro, es lo que pasó en el banco donde trabajó antes que Beunza lo conociera y que terminó involucrado en varios escándalos. La tensión tal como Bob la presenta sería entre distintas aristas de un problema moral y ético. Este ya no es el problema de cómo organizar la colaboración, el tema del principio del libro y de los artículos de Beunza con Stark, es el problema de como administrar riesgos y responsabilidades. Por una parte, el negocio se sustenta en la diferencia de información entre bancos y sus clientes. Los clientes – principalmente grandes empresas – no podrían entender el negocio completo, quedando expuestos a confiar en lo que hagan los bancos. Más tarde, en la medida que los productos se van haciendo más y más complicados, ni siquiera los traders entienden realmente los riesgos que sus productos abren. La solución del banco donde Bob solía trabajar a ambos problemas era más bien formal. Para los clientes, los ejecutivos asumían que es problema de los clientes mismos si no entienden bien a lo que se estaban exponiendo, son adultos racionales y responsables. Para la administración interna, comenzaron a confiar cada vez más en modelos de riesgo, en la evaluación formal del departamento de risk management. Bob, en cambio, habría preferido compartir perdidas, cuando ello terminó sucediendo en algunos casos de gran escala, y usar más precaución y juicio en la administración local del riesgo.

Conceptualmente, Beunza plantea todo esto como una sorpresa, ya que, según explica la sociología post-Parsons ya no se interesaría por cultura del actor ‘sobre socializado’. Acá, de nuevo, uno queda con la sensación de que esto es una generalización que no funciona. ¿No hay soluciones conceptuales al problema que Beunza se encuentra en otra parte? ¿Dónde quedan toda la sociología y antropología de la religión, del consumo, de la familia, etc.?Luego menciona a Zelizer, pero no parece servirle mucho. Sigo pensando que Weber habría ayudado más. Bob, tal como lo presenta Beunza, es como un héroe Weberiano. Es alguien que inventa una forma de conducta, una forma de vida o ética práctica, como respuesta a las particulares condiciones institucionales en que se encuentra. Bob vive su trabajo como un desafío moral. Tiene que dar con formas de conducta que sean soluciones específicas para el dilema en que se encuentra. Su situación se caracteriza por el tipo de producto (los derivados), los modelos económicos y estadísticos que se usan, y el particular tipo de organización en que trabaja. A su vez, por la época de las crisis 2008, los reguladores habían empezado a concebir su trabajo también como un ejercicio formal de risk management. Lo que Bob hace en respuesta es a partir de sus propios principios (su vida como hijo de ingeniero militar y, aprendemos más tarde, sus valores religiosos) construir una solución éticamente exitosa a sus problemas prácticos. ¡El tipo de problema de Bob en este libro no es Zelizeriano! El nivel de análisis es muy distinto. Zelizer es profundamente relacional, ambigüedad sobre tipos de pago, bienes controversiales. Lo de Bob es un drama personal, organizacional y ético. Beunza, al final, lo que hace es una sociología de la acción, se sitúa en la perspectiva de la decisión de sus actores. Un tipo de actor que se pregunta por las normas de conducta en la situación en que se encuentra. Divertido que Bob mismo al final haya resultado ser muy conservador. Quizás, por lo mismo, apoyado por un tipo de ejercicio espiritual católico, donde se hace todo el tiempo la pregunta por cómo actuar correctamente.

6/7/2020

Voy en el capítulo 12 de Taking the Floor.

El contexto ahora es la crisis post-Libor (el escandalo de la manipulación de la tasa de interés interbancaria en UK) y los intentos posteriores por diagnosticar y reformar la cultura en los bancos iniciados por reguladores y asociaciones gremiales en los EEUU y UK. Beunza se va los EEUU y trabaja en Londres. Bob, por su parte, dejó los bancos y ahora trabaja en una organización que se dedica a demandar al gobierno en los EEUU cuando no respetaría las libertades fundamentales. El análisis gira ahora en torno a algunas de las interpretaciones de los otros entrevistados. Según algunos de los colegas de Bob, su estilo de administración era un intento por replicar lo que en la industria se conocería como el “modelo de la partnership”. Según entendí, es el tipo de administración más antiguo, donde los ejecutivos y traders se van transformando en socios. Es también el modelo más tradicional de forma de comportamiento, de vestirse, etc. Ayer oí una entrevista con Beunza en Thinking Allowed, el podcast de la BBC. Quizás lo que más subrayó es esto del modelo de la partnership, como una transición de un tipo de administración de riesgo que se habría basado en un juicio fundado en la jerarquía y experiencia a uno donde evaluación es formal y donde se produciría una separación entre la carrera de los traders y la organización misma. La entrevista me dejó pensando sobre el rol del concepto de cultura en todo esto. Quizás, la cultura no sería tanto una respuesta a un problema de interpretación sociológico, pero un intento por construir jurisdicción profesional. Lo que hace Beunza es una respuesta al problema que viene de la industria. Si hay una crisis de cultura, el etnógrafo es el experto adecuado. El personaje público que Beunza propone es un experto en la cultura en las finanzas.

9/7/2020

Voy en la página 252 de Taking the Floor.

Algo para seguir pensando ¿Qué tipo de personaje-etnógrafo construye este libro? Sigue, uno podría decir, la convención del género del diario etnográfico. Una investigación que se va desenredando en primera persona. Sin embargo, es un etnógrafo extraño. Si uno lo piensa, lo que un antropólogo clásico haría sería suponer que lo que uno sale a observa son formas culturales. Acá es justo lo contrario. La cultura aparece como sorpresa. No sólo retóricamente, sino que porque pillaría al etnógrafo mismo mal preparado. No conoce ni le parece interesar mucho la literatura sobre cultura. De hecho, no hay, que me acuerde ninguna mención a la antropología cultural clásica. No es, tampoco, la típica figura del etnógrafo que se vuelve nativo. Es más, algo así como un nativo, alguien cuya formación viene de administración y economía, que se hace etnógrafo. Es justo esto lo que hace al libro original y también desde donde vienen sus limitaciones. Por lo mismo, es finalmente más que nada un libro de management. Una etnografía que se pregunta cómo organizar un trading floor. Es ahí donde el libro resulta más original e interesante. Como lector uno empieza a pensar desde esta posición.

10/7/2020

Leyendo las conclusiones de Taking The Floor.

Organiza sus ideas en torno a los conceptos de “proximate control” and “partnership culture”. Sería una manera de administrar que usa modelos como instrumentos de valoración de bienes, pero usa el juicio como manera de administración del riesgo a nivel organizacional.

Dos cosas en que me dejó pensando. Primero, ¿por qué Beunza no conecta con la discusión de Karpik sobre cálculo y juicio en Valuing the Unique? Karpik estudia lo que él llama dispositivos de juicio, instrumentos que funcionarían como apoyo al juicio, pero que no lo reemplazarían. Por ejemplo, críticas musicales al momento de elegir una película. A su juicio, el problema con Callon y cía. es que cometerían el grave error de asimilar juicio (judgment) y cálculo (decisión formalizable). Uno podría decir que lo que Beunza encuentra es una confusión organizacional entre cálculo y juicio, lo que a su vez tendría consecuencias morales. Segundo, ¿no hay algo acá que tiene que ver con la escala? La historia que corre en paralelo con el libro es una historia de la expansión del tamaño de los grandes bancos y empresas de inversión. Según Bob, a los bancos se les debería obligar a dividirse, son demasiado grandes. Me hizo acordarme de las entrevistas que hice alguna vez con gerentes de riesgo de créditos de consumo. Según ellos explicaban el paso de juicio informado a decisiones automatizadas tenía que ver principalmente con la escala. Los créditos de consumo que ellos otorgaban son rentables solo si se hacen en muy grandes cantidades, lo que impulsaba la automatización. ¿No hay algo que tiene que ver con la escala de los bancos y un tipo de decisión que se hace formal? Quizás uno podría comparar acá de nuevo con la administración académica. El mensaje sería, sino quieres desconexión moral de tus investigadores, por ejemplo, investigadores que se interesen solo por sus citas y publicaciones y no por lo que hacen y su efecto en el contexto de donde lo hacen, no administres su trabajo con herramientas formales, como los rankings. Administra con juicio y experiencia, lo que, a su vez requeriría de administradores que estén lo suficientemente cerca para entender el trabajo de los que tienen a cargo.

El apéndice, finalmente, explica bien el modo en que Beunza trabajó. Según explica, lo que hacía luego de cada visita era escribir memos con las ideas y preguntas que se le iban abriendo y que luego compartía con su coautor. Hay quizás algo de eso en el libro que no había pensado. Como si fuera una historia que se construye sobre estas notas para sí mismo.

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